El mundo de la animación japonesa tiene demasiadas aristas, especialmente en esos años pasados cuando eran la “mano de obra barata” de la industria: durante muchos años varias series o películas animadas que dieron en nuestras pantallas fueron producciones financiadas con dinero desde occidente, creadas y escritas por norteamericanos o europeos, pero que sin embargo terminaron siendo completamente animadas y a ratos dirigidas por japoneses: en los años setenta y ochenta hay muchísimos ejemplos, desde películas oscuras dibujadas completamente en Japón que no tienen edición oficial en su país de origen hasta incluso series extremadamente populares y que mucha gente desconoce que fueron animadas en Japón como los Thundercats… o sea, por favor, es puro ver el recordado opening para darse cuenta, pero eran otros tiempos.
Esta mención a los Thundercats no es aleatoria, ya que sus creadores en Rankin/Bass Productions tuvieron una gran cercanía con el estudio de animación japonesa Topcraft, los futuros Studio Ghibli que ya en ediciones pasadas hemos comentado de su etapa original con este nombre en episodios como el de Macross: Do You Remember Love? o Lupin III: El Castillo de Cagliostro. Rankin/Bass trabajó con Topcraft en varias producciones de los años setenta para la TV y el cine, incluyendo las películas animadas de The Lord of the Rings como The Hobbit y The Return of the King. Gracias a esta positiva alianza es que en 1982 decidieron crear el para ese entonces la producción más ambiciosa de Rankin/Bass Productions, una película que apostó por la magia de un libro contemporáneo que en ese momento era todo un éxito de ventas, el aclamado The Last Unicorn.
Escrita en 1968 por Peter S. Beagle, The Last Unicorn es una historia de fantasía medieval con clásicos tonos de cuentos de hadas y mitología que cautivó a toda una generación de lectores, especialmente niños, por lo que la realización de una película animada parecía ser un excelente negocio. Acá es donde la unión de Rankin/Bass y Topcraft se hizo notar, pero muy especialmente en el caso del estudio japonés ya que desplegaron con gran talento un estilo que, si bien es difícil de reconocer como “japonés” a primera vista, muchos de sus trazos se volverían indispensables en el legado de Studio Ghibli… especialmente en los fondos.
Debido al cariño que tanto yo como Pau le tenemos a la película decidimos conversar sobre ella muy a pesar que cierta gente tenga reparos sobre el término “animé” encima de esta, pero a ojos de nosotros es a todas luces una pieza histórica de Topcraft realizada en Japón al menos en su construcción, por lo que sentimos que valía la pena. En este episodio hablamos de cómo la conocimos, su creación explicando de manera humilde sobre este enredo de la producción Norteamericana-japonesa que incluye gente de la talla de la banda America o sobre su casting de voces donde resaltan personas de la talla legendaria de Mia Farrow, Christopher Lee y Jeff Bridges, entre muchos otros gigantes (incluso en un papel secundario aparece la incombustible Angela Lansbury, la querida Reportera del Crimen), aunque la gente japonesa no se queda atrás, con la dirección de la animación a cargo de Katsuhisa Yamada, cabecilla principal de Genesis Climber Mospeada (o “la tercera generación” de Robotech) o de otras producciones para Estados Unidos como Pirates of Dark Waters, algo no menor, todo en una amena conversación que nos recuerda lo traumáticas que fueron tantas películas de los ochenta para la juventud, aunque al final del día siempre agradeciéndolo.
Esperamos que lo disfruten, especialmente por lo atípico que podría ser para algunos este acercamiento “otaku” a la película, pero creo que está justificado mientra lo vamos comentando. Pido de antemano disculpas sobre el ruido que suena muy levemente en la segunda mitad del podcast, pero prendí un ventilador porque el calor estaba horrible… lo tendré en consideración para la próxima.
Ivoox:
Archive.org:
Spotify:
BONUS: Pau quiso destacar con imágenes lo que es la introducción de la película, que su trabajo está basado en arte medieval realmente muy bello.
También quise yo personalmente destacar esta imagen donde se puede apreciar que es Topcraft en su etapa pre-Ghibli y sus reconocibles campos.
Pingback: Otaku no Shouzou 135: Cello Hiki no Gauche | Hanagumi ver. 2.0: Da Return