Hasta este punto en Otaku no Shouzou yo y Pau nos paseamos por una lista de series de animé de los ochenta y noventa que, de alguna u otra forma, llegaron a nuestras manos gracias a la locura que significa estar introducido en el mundo Otaku de esa época, donde había que salir a buscar y encontrarse con esas joyitas por iniciativa personal, sin embargo en esta oportunidad nuestro podcast se adentra a conversar por primera vez de una serie que la mayoría en nuestro país y gran parte de latinoamérica conoció primero gracias a la masividad de la televisión abierta, nuestro primer episodio abiertamente mainstream.
En esta instancia hablamos de Ranma ½ (Ranma Nibunnoichi), la legendaria serie de Rumiko Takahashi que tuvo dos producciones para la televisión en Japón. A pesar que Rumiko-sensei hace años que gozaba de ser una de las mangakas más exitosas de todos los tiempos con Urusei Yatsura y Maison Ikkoku lo cierto es que para muchos de nosotros fue nuestra primera serie de esta respetada autora, más que nada porque lamentablemente no nos llegaron estas series mencionadas antes en TV abierta (algunos dicen que sí con una extraña versión latina de Urusei Yatsura… lo que es yo nunca vi nada) y justo nos cayó todo esto encima en medio de este nuevo “boom” del animé en TV abierta durante la segunda mitad de los noventa.
Debido a que en la localización de México no lo hicieron notar por estos lados del mundo no mucha gente lo sabe, pero Ranma ½ se separó en dos producciones para la TV creadas por Studio Deen: Ranma ½ que consta de los primeros 18 episodios y posteriormente Ranma ½ Nettouhen, con una extensa tirada que sumó 143 episodios, dando en total 161. Lamentablemente la serie no llegó ni por si acaso al final del manga y esta experiencia en ambas oportunidades fue cancelada por bajo rating… sí, créanlo.
Además de todo lo mencionado esta es la primera vez que nos toca hablar de una serie tan extensa en Otaku no Shouzou, por lo que en esta ocasión decidimos cortar por lo sano y hablar de cómo llegamos a la serie junto con nuestros personajes y episodios favoritos, en una entrega de nuestro podcast dirigido más que nada a la gente que lo vivió.
Afortunadamente tuvimos invitada: Chibi, que de seguro para la sorpresa de muchos no es chilena sino mexicana (lo que nos hizo bajar considerablemente nuestros modismos… saludos a los amigos del extranjero que de seguro se aliviarán con esto) y que fue la elegida perfecta para este episodio ya que yo (Hayama) y Chibi nos conocimos a través de internet en los noventa precisamente por participar en una comunidad en línea dedicada a Ranma ½, llamada Ranma ½ La Conferencia. Debido a lo “internacional” y por la experiencia mencionada una buena parte de este episodio de Otaku no Shouzou fue dirigido a la vida de Chibi como Otaku en México en los años noventa y el fanatismo por Ranma ½ en esas tierras, lo que realmente se nos hizo muy interesante y espero que también lo disfruten. Con todo esto sumado lamentablemente el tiempo solo dio para conversar sobre las dos series de TV y no pudimos hablar nada de los míticos y queridos OVAs y películas de Ranma ½, pero debido al cariño que le tenemos a la serie (y a la intensidad de Pau de querer volver a verla, ya que la experimentó siendo demasiado pequeña) nos pusimos de acuerdo para una segunda parte a futuro… aunque a bien futuro eso sí.
Como siempre esperamos lo disfruten. Queremos advertir eso sí que debido a los inevitables problemas que es grabar con alguien de tan lejos en internet el podcast sufrió algunos problemas de cortes en las conversaciones y un tanto en el audio de Chibi, pero creemos que no es nada tan terrible.
Ivoox:
Archive.org:
Spotify:
BONUS:
Así era La Conferencia, la comunidad de Ranma ½ que yo y Chibi estuvimos. Imagen de diciembre del 2000. Respaldo cortesía de Archive.org (hay respaldo de más atrás pero lamentablemente con todas las imágenes muertas). De seguro alguien notará que yo estoy ahí en “Fanfic” (lolol), la verdad es que no era un fanfic per se sino una reinterpretación de unas partidas de Diablo por Blizzard (sí, el primero). Good times.
Estos son los stickers que vendía la familia de Pau de Ranma ½ en su época.