Si bien yo y Pau nos entretenemos mucho en Otaku no Shouzou hablando de nuestros recuerdos y experiencias de animé retro lo cierto es que un punto que se ha transformado en lo más interesante y, creemos, valioso como aporte de nuestro podcast es cuando hemos tocamos lo que ocurría en la escena nacional en aquellos años. Una de las mayores motivaciones de por qué nuestro límite es el año 2000 es debido a que desde el inicio de esa década hacia adelante la proliferación del uso del internet subiría de forma masiva y se transformaría en una herramienta obligatoria de tener llegando al 2010, mientras que durante los noventa la cantidad de personas que tenían internet era muy limitada y eso da como resultado que una buena parte de los fenómenos más “under” del mundo otaku de ese tiempo no esté claramente documentado. Por último en la década de los 2000 tuvimos las aventuras (para bien o para mal) de los foros de animé como la extinta Animeportal, pero antes de eso la situación pasaba por el subsuelo, por decir lo menos.
Dentro de esa documentación uno de los episodios que más honor y alegría nos generó al realizar fue el de Kakkoii! y Japanimation, básicamente porque tanto el fanzine como la tienda fueron dos pilares fundamentales a la hora de hablar de esa experiencia más hardcore del tema en Santiago junto con los ciclos de animé que los hemos mencionado constantemente en nuestro programa. La diferencia es que, mientras que los ciclos de animé es algo que siempre sale como tópico a la hora de hablar de animé retro y mucha gente vivió esa experiencia incluyendo en regiones, lo que pasó con Kakkoii! y Japanimation solo estaba concentrado en la capital y es más bien un recuerdo de los que pudieron vivirlo en su momento y ya, con muy poca información pública al respeto más allá de que alguna vez “existieron”.
Hablar de Kakkoii!! junto con uno de sus fundadores e ilustradores, Toñotech, fue particularmente entretenido y a nivel personal mítico porque fue un fanzine que compré y leí en su momento, una revista que fue pionera no solo en información de animé sino que su real y mayor fuerte era el cómic tipo manga hecho en Chile y que nunca imaginé que terminaría conversando con uno de ellos casi 25 años después. Este punto no es para nada menor, ya que la revista fue publicada justo en la mitad de los noventa y estaba confirmando que el fenómeno otaku había empezado hace muchos años antes, con gente a nivel universitario que en los ochenta investigó al respecto y terminó dibujando con este estilo. Esto es algo que toma años y, de hecho, había gente muy talentosa en la revista que se notaba que sus trazos al estilo nippon ya venían siendo desplegados desde antes de esta década, por lo que la revista entera es un firme testimonio que el amor al manga y al animé es algo que venía mucho antes de lo que muchos creían (y siguen creyendo).
Como ya saben, el episodio está arriba y pueden disfrutarlo, sin embargo esta entrada a mi Blog la he creado porque el buen Toñotech me envió estas imágenes de la revista –antes– de ser publicada, o en otras palabras un “prototipo” de lo que fue su edición número 0. Este material nunca había sido publicado en internet y si bien el propio Toño tiene su propio Blog donde habló al respecto de Kakkoii! y otras revistas anteriormente el 2008 le pregunté si era posible que lo comentáramos en mi Blog personal y accedió, algo que aprovecho en agradecer públicamente.
Una de las anécdotas más chistosas de nuestro episodio fue la revelación que originalmente la revista se iba a llamar Bishonen (joven hermoso), lo que generó nuestras risas en vivo apenas Toño lo mencionó. Esta anécdota es bien particular porque demuestra de cierta manera la poca información e ignorancia (en el uso no burlesco de la palabra) que se tenía en aquellos años con respecto al idioma japonés o las terminologías que se usaban en el extranjero, ya que la opción de Bishonen había sido elegida solo porque “sonaba cool” hasta que alguien se dio cuenta que la palabra no era lo que creían a último momento. De esa graciosa anécdota sobrevivió lo que iba a ser la portada original de la revista, con Priss de protagonista, era que no.
Originalmente la revista había sido planeada para ser publicada a color, pero por falta de recursos esto se descartó. El artículo sobre Bubblegum Crisis que viene en la número 0 iba a traer dibujos hechos por Toño pero al final no ocurrió. Como lector de la revista verla “a color” es un tanto surreal a estas alturas de mi vida.
Acá uno de los originales, con el simpático detalle del cameo de Clown, protagonista del manga chileno del mismo nombre que era publicado en la revista… ¡ñaña mañaña!.
Y, como bonus, un afiche del lanzamiento de la número 2 (técnicamente la 3) en un ciclo de animé.
Vuelvo a agradecer enormemente a Toñotech por el aporte y dar tributo a toda la gente que tanto trabajó como fue lectora de la revista. La imagen de encabezado de este artículo también es original de Toñotech.
Buenos recuerdos, trabajo a mil. trabaje en ese gran proyecto desde el numero 0 al numero 2 de Kakkoi!. Seria interesante poder dar mas luz de que significo lanzarse en esa aventura. Claudio Huenchumil. (comics “el puente, el Tuerto”
escuche su charla con toñotech, gran trabajo de rescate de la historia de que sucedia en esos anos 90.
¡Hola Claudio! recuerdo perfectamente Tuerto, de hecho consideraba que era uno de los mejores ilustrados en la revista. Por ahora no tenemos planes en grabar otro podcast al respecto, sin embargo si quieres enviar más información o cosas sobre tu experiencia para comentarlas en mi blog eres más que bienvenido. ¡Saludos!
Lindos recuerdos. Yo era “Claymore” y participé en todos los números, salvo en el Nº 0. Tremendo cariño por todo el staff: Toñotech, Manga No Oni, To+, Yugo, etc. Lo mejor de los 90 profundos