Yes, lo sabemos, tuvimos otro tiempo de silencio muy accidentado (literal, se van a enterar qué ocurrió al escuchar este episodio) pero acá estamos de regreso en Otaku no Shouzou y qué mejor manera que volver a tocar otro filme del querido y apreciado Studio Ghibli, muy especialmente cuando en esta ocasión nos tocó conversar sobre la que es técnicamente su primera película: Kaze no Tani no Nausicaä.
Llegando a los cines japoneses en 1984, Nausicaä se transformaría en su tierra natal no solamente en un éxito de ventas sino que catapultaría todos los siguientes proyectos de Studio Ghibli, un estudio que no requiere presentación alguna si te gusta el animé y que acá en el programa ya hemos hablado de ellos en muchasocasionesanteriores. Un episodio que nos vuelve a traer la conversación centrada en la figura de la leyenda misma Hayao Miyazaki el cual no solamente fue director de este filme sino que además la historia está basada en -su- manga, un detalle no menor.
Como ya saben analizamos esta película con el orden de siempre: cómo la conocimos, detalles de su producción y posteriormente sobre el filme con lujo de detalles y spoilers, algo que nos entretuvo mucho porque Nausicaä es de esos proyectos que quieren mostrar un evidente mensaje ecologista sin que este sea difícil de entender o críptico. Una película que, además de traer al maestro, tuvo en su equipo a gente que se volverían también leyendas en su propio arte, como Joe Hisaishi componiendo por primera vez para Ghibli o el otaking mismo, don Hideaki Anno, quien animó una de las escenas más recordadas.
En este episodio tuvimos de invitado a Pandurris, a estas alturas junto con Lovechan uno de nuestros panelistas estrellas del programa quien tiene a Nausicaä como su película favorita de Studio Ghibli, lo que es harto decir.
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BONUS: No, en serio, es verdad lo que comentamos en el programa y es que en Estados Unidos algunas pobres almas conocieron este filme en una edición extremadamente editada llamada Warriors of the Wind. Una experiencia que pueden buscar por los barrios bajos del internet y vivirlo en carne propia. Una pieza de museo que acá se puede ver con ojos irónicos y de “pobres gringos” pero que por esos lados del planeta tuvo su cierto lado positivo para la distribución de animé en VHS. Acá dejamos el Trailer de esa versión.
En este nuevo y hermoso episodio de Otaku no Shouzou volvemos a ese maravilloso género del hentai después de haber pasado hace ya tiempo atrás con un episodio dedicado a la mítica Urotsukidouji y en esta oportunidad no hablaremos de una sola película sino de dos, aunque unidas por haber sido creadas en su totalidad por el maestro de la animación Yasuomi Umetsu.
Estas dos películas son Kite y Mezzo Forte, dos producciones que originalmente nacieron en versión OVA cerrando la década de los noventa pero que después aparecieron en formato de largometraje, metiendo mucho ruido por ser mucho más que un simple hentai sino que traía consigo una increíble calidad de animación, memorable diseño de personajes y muy especialmente impresionantes escenas de acción que no tenían que envidiarle a ningún episodio de Cowboy Bebop. Básicamente las dos obras son el resultado final de la acumulación de experiencia lograda por el maestro Umetsu quien tuvo un debút directorial absolutamente increíble en Robot Carnival, además de ser director de animación en otras muy recordadas películas y series.
Durante la conversación hablamos de cómo la conocimos junto con su levemente alocada producción y todo el legado que dejó, con gente que le tira flores de la talla desde Yoshiaki Kawajiri hasta Quentin Tarantino. Cabe destacar que en el caso de Mezzo Forte la obra terminó recibiendo una serie de televisión y Kite incluso tuvo una película live action, pero todo eso pasaba del 2000 y debido a estar cortos de tiempo no lo conversamos.
Una vez más este episodio de Otaku no Shouzou recibe la fortuna de tener entre sus voces a Lovechan quien siente mucha admiración particularmente por Kite y que además de paso conversamos un poco sobre el gusto (o disgusto) por el hentai, entre otros temas que esperamos como siempre disfruten.
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BONUS: de seguro muchos deben recordar esta anécdota y no la podíamos dejar pasar, ya que a mediados de la década de los 2000 la popular banda No Doubt en su video oficial de Ex-Girlfriend hicieron un tributo casi calcado a Kite, realizado por el famoso director de videos musicales Hype Williams.
Aviso de paso que debido a que lamentablemente no existen las bandas sonoras oficiales de ambas producciones en CD decidí usar de fondo el a estas alturas mítico Scenery de Ryu Fukui, considerando que ambos soundtracks utilizaron el jazz para su musicalización.
Sí, lo sabemos, estuvimos un mes sin grabar pero la vida real, problemas variados y las celebraciones que todos conocen nos detuvieron casi todo diciembre. Es por eso que con este episodio parte nuestro 2023 acá en Otaku no Shouzou y con una película que, honestamente, ni yo ni Pau habríamos imaginado que íbamos a empezar el año de esta manera, pero acá estamos.
Hasta este punto de nuestro podcast la producción de animé más antigua que habíamos revisado era Hakujaden, filme de 1958 que pasó a la historia por ser la primera película animada a color de la historia de Japón. Un filme muy interesante que valió la pena revisar, pero que de todas formas se nos hizo inevitable tener que hacer otro paso hacia atrás e ir por otro momento extremadamente histórico: el primer largometraje animado de la historia del animé.
Este episodio de Otaku no Shouzou está dedicado a Momotarou: Umi no Shinpei. Película en blanco y negro que nos lleva a nada más y nada menos que el lejano 1945 y que, por primera vez en la historia de nuestro programa, vamos a conversar sobre un filme que nos trae al mismísimo Japón imperial en su último año de guerra contra el mundo, cuando ya estaba todo perdido y solamente a unos meses del lanzamiento de las bombas atómicas.
Es por eso que revisar esta película no solo trajo consigo la conversación sobre su vejez y legado, sino además de hablar del tema histórico mundial donde nos planteamos a analizar un filme que es, a todas luces, de propaganda política. La trama de la película, basada en el cuento folclórico del mismo nombre, nos sumerge en una historia de animalitos tiernos que en realidad demostraban a su pueblo la ideología de su gobierno, un producto de adoctrinamiento que está situado en la misma escala de producciones cinematográficas como El Triunfo de la Voluntad de Leni Riefenstahl pero en esta oportunidad dirigido exclusivamente al público infantil japonés… o casi también al estilo de lo que se hizo en Estados Unidos con otras producciones animadas como en los Looney Tunes.
Sí, así es, estamos hablando de un filme político, imperialista y fascista que fue creado en condiciones bastante deplorables para sus animadores, especialmente para su director Seo Mitsuyo que esconde en su trabajo un arrepentimiento y humillación, ya que él fue obligado a realizar la producción de la película siendo parte de tendencias políticas de izquierda completamente alejado del Japón de Hirohito. Debido a eso, y como deben imaginar, hablamos en extenso de su producción que es honestamente una historia muy agridulce, dejando un legado bastante grande en personas como el gigante Osamu Tezuka. Posteriormente y como siempre lo hacemos revisamos el filme con lujo de detalles y spoilers.
Finalmente queremos comentar que la experiencia para mí y para Pau de revisar esta película fue satisfactoria a nivel de aprendizaje histórico de un medio que nos apasiona tanto como es el animé, pero que hay que avisar que su revisión fue hecha con altura de miras y que ni yo ni Pau compartimos para nada su mensaje, muy especialmente Pau que es de ascendencia coreana y que tiene todo un impacto extremadamente negativo en su familia, dando como resultado una discusión histórica no solo de la película sino de nuestras posiciones al respecto de estos temas que esperamos disfruten.
Debido a la falta de soundtrack oficial, este episodio de Otaku no Shouzou es acompañado de música japonesa tradicional tal como lo hicimos en el episodio de Koushoku Ichidai Otoko.
En nuestro hermoso episodio número 110 de Otaku no Shouzou decidimos tratar un tema que si bien antes del año 2000 existió en Chile no negamos que era un nicho bastante difícil de abordar incluso en el mundo pirata ya que el dinero no abundaba y las opciones eran ínfimas, pero de todas formas algunos tuvieron la suerte de adquririr algo o incluso armar una que otra humilde colección: el mundillo de los soundtracks de animé.
Si nos han seguido desde el principio algunos recordarán que el 2020 grabamos un episodio dedicado al Anison donde lo pasamos bastante bien conversando sobre el tópico, sin embargo en esa oportunidad hablamos estrictamente de los temas cantados, los opening y los ending. En este episodio nuestra conversación se fue directamente a tratar sobre los cassettes, vinilos y CDs que existían en aquel entonces y que generó el interés por escuchar no solamente las canciones con letras sino también lo instrumental o ya de frentón la experiencia completa de escuchar un disco de principio a fin. Un tema que en ese entonces sorprendía incluso que existiera, considerando que este mercado era muy difícil de ver con producciones animadas norteamericanas exceptuando Disney.
Durante el episodio hablamos de cómo conocimos la existencia de estos discos, donde muchas franquicias ya en ese entonces tenían una cantidad increíble de soundtracks como Bubblegum Crisis, Sailor Moon o Ranma ½, donde esta última ya cerrando los noventa tenía fácil más de 30 discos a la venta. Como pueden imaginar también conversamos sobre las travesías que había que hacer para conseguir esos discos en esa época, donde pasaba desde el formato original muy codiciado pero extremadamente caro, la piratería en cassette grabado a la mala en Chile o incluso el “entre medio” de los famosos bootlegs de SonMay Records que terminaron engañando a más de uno. Hablamos también de nuestros discos favoritos y de cómo seguimos intentando comprar de vez en cuando hasta la fecha.
Este episodio tuvo de invitados a Lovechan y Toñotech quienes ya no requieren presentación y ambos coleccionan música de animé, por lo que se dio una charla muy entretenida que como siempre esperamos lo pasen bien con nosotros.
Este capítulo de Otaku no Shouzou es uno bien particular ya que utilizamos un formato que nunca habíamos realizado: durante toda esta travesía, hemos revisado muchas películas y series de animé junto con uno que otro episodio misceláneo, sin embargo este episodio está dedicado íntegramente a una persona, un director que nos ha penado durante muchos episodios del podcast y que debido a su talento decidimos dedicarle nuestro tiempo completo a hablar de él.
Este episodio está dedicado a don Koji Morimoto, legendario animador y director fundador del prestiogoso Studio 4°C que lleva ya cuatro décadas trabajando y que si bien es uno de los autores más alabados y queridos de la industria del animé lo cierto es que su nombre no suena muy seguido a la hora de hablar del medio, algo que sorprende ya que está en un nivel gigante y que tuvo sus momentos de gloria con su espectacular trabajo en Magnetic Rose de Memories (sí, ya hablaremos de ello a futuro) y por si fuera poco tuvo su explosión en el mundo más mainstream posible cuando hizo el corto Beyond de The Animatrix.
Debido a que su trabajo de dirección de obras gigantes o de mucho presupuesto es más bien esporádico y siempre con una filosofía de trabajar de forma independiente, tomamos la decisión en esta oportunidad de hablar de sus cortos. Justo esto nació para nosotros debido a que uno de ellos estuvo disponible de manera legal en YouTube (lamentablemente solo por tiempo limitado que ya pasó) y decidimos aprovechar el vuelo.
Los cortos que conversamos de Morimoto son Tobira wo Akete (1995), Eikyuu kazoku (también conocida como Eternal Family, 1997), Noiseman Sound Insect (1997) y Hustle!! Tokitama-kun (1998). Estos cuatro cortos aparecieron en la década de los noventa y se caracterizaron no solo por su calidad y vanguardia, sino porque además Morimoto fue pionero del uso del CG y el trabajo general en computadores dentro de la industria del animé que nos pareció muy destacable conversar.
Además de esto hablamos de su trabajo en otras obras (incluyendo algunas que ya hemos cubierto como Robot Carnival) pero creemos que lo más entretenido de la conversación fue el hecho de dimensionar todo el enorme legado que Morimoto dejaría en generaciones posteriores, donde su estilo ahora es mucho más fácil de ver en el siglo XXI y que su influencia en el animé actual es muy notoria, dejando como resultado que este es uno de los episodios de Otaku no Shouzou donde más hemos hablado de animé post-2000, si es que alguien alguna vez nos quería escuchar hablando más de eso, je.
Como siempre yo y Pau esperamos que disfruten de este nuevo episodio de nuestro humilde proyecto.
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BONUS: Debido a que no existen los soundtracks oficiales de estos cortos pero Noiseman Sound Insect fue compuesto por la querida Yoko Kanno decidí usar de música de fondo su clásico disco Song to Fly.
Uno de los cortos donde Morimoto trabajó fue en Bobby Ni Kubittake de 1985. No quisimos hablar a fondo de él porque consideramos que es tan bueno y no tan “corto” al lado de lo que hablamos en esta ocasión que de seguro tendremos algo dedicado a este en Otaku no Shouzou a futuro, pero acá dejo la escena de la motocicleta que mencionamos en detalle directo de mi Twitter.
Esta escena ES LA ZORRA CONCHETUMAREEEEEEEEEEEEEEEEEE, animada por Kouji Morimoto, el washo que hizo Magnetic Rose en Memories y Franken's Gear en Robot Carnival.
En este episodio de Otaku no Shouzou regresamos a los alocados años ochenta y en esta oportunidad lo “alocado” se resalta en todo sentido, porque la película que revisamos para esta oportunidad es recordada precisamente por su nonsense al punto que hasta la fecha genera todavía comentarios polarizados, con gente que la ama por su inusual viaje estético y visual sin reglas o que la odia porque el filme no tiene ningún sentido.
Esta película es Ai City, producción de 1986 para el mercado del OVA y realizado por los talentosos Ashi Productions, de los cuales ya hemos hablado en varias oportunidades. Este filme está vagamente basado en el manga del mismo nombre por Shuuhou Itahashi, que salió al mercado justo en esos años donde Japón no solo estaba vuelto loco con la ciencia ficción y el cyberpunk sino además con los poderes psíquicos, a solamente dos años antes de Akira y que esta temática penaba en cosas muy diferentes del animé, desde Gundam hasta incluso Kimagure Orange Road.
Si bien la película metió su resto de ruido en esos años y posteriormente pasó por el pirateo, el doblaje de España y los artículos de revistas de animé de los noventa en latinoamérica, hay que ser sinceros en decir que el filme siempre estuvo por debajo de muchos de la misma temática. Por otro lado los que tienen buenos recuerdos de ella siempre la hacen resaltar por su estética extremadamente ochentera a la vena y por su excelente banda sonora compuesta por Shiro Sagisu, conocido por su trabajo en Evangelion y que debido a eso en estos tiempos ha recuperado cierto respeto justo en los años de redescubrimiento occidental del City Pop y otras hierbas del estilo, todo lleno de saxofones y sintetizadores.
Como ya saben hablamos de cómo la conocimos, de su producción y de la película con lujo de detalles y spoilers, destacando en el trayecto cosas bien interesantes como el hecho que está película fue dirigida por el popular Koichi Mashimo, director de la franquicia .hack, Dirty Pair, Windaria, Noir, Tsubasa: Reservoir Chronicle, El Cazador de la Bruja y muchos más, algo que agarra por sorpresa.
En este episodio nuestro invitado fue nuevamente Toñotech que la vio en los años noventa en VHS y que tenía bonitos recuerdos de ella, en otro episodio que como siempre esperamos disfruten.
Este nuevecito y flamante episodio de Otaku no Shouzou va dirigido a una franquicia que fue muy popular en los noventa dentro del círculo otaku chilensis debido a su fácil proliferación por el mundo del VHS y porque, además, era por lejos una de las series más comentadas y revisadas en revistas de animé españolas o de otros países, donde sus protagonistas fueron portada de estas durante muchos años. Una serie que trajo la ternura y la comedia ligera a nuestros hogares… y también un estilo de animé que no sería del gusto de todo el mundo.
Hablamos de Aa! Megami-sama, serie que debido a problemas específicos de traducción nunca conocimos con un nombre 100% oficial, pasando por Ah Megamisama, Oh My Goddess, Ah My Goddess, Oh Mi Diosa y otros más de los cuales nunca se pusieron de acuerdo. Esta franquicia llegó en manos del famoso mangaka Kosuke Fujishima, extremadamente popular en Japón no solo por el mundo del animé sino también el de videojuegos por su trabajo en franquicias como Tales of Phantasia o Sakura Wars y que años después específicamente acá en Chile, durante los 2000, metería mucho ruido gracias a la localización y doblaje local de Están Arrestados.
Y a pesar que para la gente que no seguía el mundo otaku por abajo puede que haya conocido primero su obra con Están Arrestados lo cierto es que en el intercambio de cintas Aa! Megami-sama fue una serie muy querida y comentada por su inconfundible diseño de personajes y estilo muy tierno (tal vez demasiado para algunos gustos) donde recibimos una adaptación a cinco OVAs publicados entre los años 1993 a 1994 y producidos por AIC, famosos por Bubblegum Crisis y Tenchi Muyo, recordados por su alta calidad en el trabajo de animación.
En este episodio hablamos de los cinco OVAs y de la película del 2000, filme realizado por casi el mismo equipo y que a la fecha es recordada por haber tocado un perfil más serio y “épico” en comparación con los OVAs. Como es común hablamos de cómo conocimos la franquicia que metía mucho ruido en esos años, de su producción y del resto con spoilers aunque un poco más relajado de lo normal porque nos faltó tiempo, de hecho vamos a confesar que tuvimos unos leves problemas y no pudimos revisar específicamente la película como normalmente lo hacemos pero igual ahí tienen nuestras opiniones. También por temas de tiempo decidimos no convesar sobre el spin-off de 1998 de las Mini-Goddess… tal vez a futuro.
A título personal creo que lo más interesante de este episodio de Otaku no Shouzou fue conversar sobre la primera vez que tuvimos estos choques sobre conocer series que parecían para un público femenino pero realmente su target comercial era todo lo contrario, lo que generaba ciertas molestias a algunas personas y que empezó de alguna manera u otra este debate de las series harem de “otaku pervertido” que a algunos incomodan, pero que era parte del mundillo del animé y ahora está más establecido que nunca.
Para la conversación de este episodio tuvimos de invitado a Akagi, amigo de Pau que es un gran fanático de las aventuras de Belldandy y sus hermanas, al punto que es su waifu de la vida y que la serie tuvo un notorio impacto en su vida. Esperamos como siempre disfruten de otro episodio más de nuestro humilde proyecto.
Aviso: me di cuenta muy tontamente que tenía más saludos de Twitter pero en otra ventana y no los leí, pido disculpas a la gente :((
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BONUS: Tuve la suerte de ver algo parecido a una “tienda oficial” de la serie en Kioto el año 2017. Solo saqué una fotografía a la entrada que tenía unas figuras de las diosas en escala 1:1 muy bonitas y que lo comenté en el programa.
Como ya casi todos lo tienen claro desde hace tiempo, Otaku no Shouzou tiene como objetivo principal el conversar sobre el mundo del animé producido antes del 2000, un recorrido que ha sido no solo nostálgico sino además revitalizador para volver a disfrutar de clásicas series o películas con ojos más actuales.
Y cuando uno piensa en pre-2000 o “clásicos” en todo sentido de la palabra, hay uno que definitivamente no requiere presentación: finalmente llegó nuestro episodio dedicado a la serie de animé que es, sin lugar a dudas, el más querido y gigante éxito que ha cosechado Japón en nuestras tierras cerrando el siglo XX. Un animé que llegó al punto que incluso superó este concepto y ha entrado a la cultura popular latinoamericana casi en el borde de lo folclórico. Una serie que ha pasado por muchas etapas, pero que a pesar de sus ya casi 40 años sigue más vigente que nunca.
Llegó nuestro episodio dedicado a Dragon Ball, la adaptación al animé de 1986 basada en esta historia creada por Akira Toriyama y que, siendo majadero, vuelvo a acentuar que no requiere presentación alguna… ¿quién de nuestra generación hacia atrás no conoce a Goku a estas alturas de la vida?, una serie que incluso aunque algunas personas no hayan visto un solo episodio conocen lo básico o han escuchado hablar de ella aunque sea una vez, porque la búsqueda de las esferas del dragón se transformó por estos lados del planeta en algo más grande que la vida misma.
Tal como lo hicimos con nuestro repaso por la mítica Sailor Moon yo y Pau tomamos la decisión de hablar en esta oportunidad exclusivamente de Dragon Ball, no Dragon Ball Z, porque es algo que realizaremos sí o sí a futuro y con su tiempo necesario en varios episodios… y es que, hablando de tiempo, Dragon Ball es algo tan masivo e inconmensurable que conversamos de muchísimos tópicos en el programa y aún así no nos alcanzó el tiempo para discutir sobre todo lo que hubieramos querido. Sí, créanlo. Cabe destacar que debido a lo gigante que es la serie este fue un episodio que hablamos con spoilers desde el primer momento, por no decir que también es uno de los más largos que hemos realizado ya que nos llegaron muchos saludos y mensajes… ¿sorpresa?, nah.
Como ha sido la tónica de siempre charlamos sobre cómo la conocimos y de su producción, sin embargo este episodio contiene una larga conversación sobre todo lo que significó el fenómeno de Dragon Ball -antes- que la dieran en TV abierta, con un grupo no menor de fanáticos en Chile vueltos locos con la serie gracias a la información que nos llegaba de España, país que vivía la Dragonballmanía muchos años antes que nosotros y que pudimos vivirlo en pequeñas pero inolvidables dosis gracias a la piratería distribución de cintas VHS, las revistas de animé, el manga que fue distribuido en la serie blanca y serie roja de Planeta-Agostini o incluso extravagancias varias como Dragon Fall o lo que pasaba en Santiago con los ciclos de animé y lo que mostraba Salfate en Maldita Sea, que hizo multiplicar más y más el hype por una serie que todos querían ver pero solo algunos realmente estaban enterados como la gente.
Para este episodio tuvimos de invitados a Daniel Madrid, quien escribió el libro ¡Vamos a Buscar! El Camino de Gokú en Chile y nos acompañó anteriormente en el episodio de Urotsukidouji, junto con el Sr.NES, quien nos ha acompañado ya muchas veces en el programa y que quería sí o sí hablar específicamente de Dragon Ball, ya que él no tiene problemas en declarar que la disfruta más que Z (algo que conversamos y seguramente nos penará durante todo el tiempo que hablemos de la franquicia). Un episodio que sabemos varios estaban esperando y ojalá disfruten tanto como lo hicimos nosotros.
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BONUS: Como destacamos en nuestra entrada, un larga parte de nuestro podcast se fue en conversar sobre el fenómeno de Dragon Ball antes que la dieran en TV abierta, un tema que acá en Chile de hecho tuvo su cierto peso mayor que otros países del continente porque, descontando la locura esa de Zero y el Dragón Mágico (que lo conversamos), la serie de TV doblada en México llegó moderadamente tarde acá. Entre esas cosas yo destaqué algunas de mis experiencias personales y acá dejo algunos anexos al respecto.
A pesar que es común escuchar historias de gente que conoció la serie primero con los juegos de Super Famicom (o Famicom incluso) yo tuve la suerte de jugar en 1995 el título Dragon Ball Z V.R.V.S. Juego para Arcades hecho por Banpresto que, a pesar de haberse arriesgado con algo más bien experimental en su estilo, el resultado final es más bien mediocre como título de peleas. Sin embargo el juego dejó un gran impacto en mí por el diseño de personajes, en ese entonces muy misterioso y exótico ante mis ojos.
Mientras que Dragon Ball ya había empezado en México y otros países, acá en Chile fue sorpresivo y a la vez un tanto confuso leer la edición de Club Nintendo de marzo de 1996 con un artículo sobre el juego Super Butouden 2, el cual muchos conocieron por primera vez la historia de Son Goku a través de este resumen.
Esto no estuvo planeado y solo fue una bonita coincidencia, pero justo hace poco Salfate habló de su experiencia como fan de Dragon Ball antes de su transmisión en TV abierta para el programa Free to Play de ETC TV, entrevistado por nuestra amiga del programa Laruchan.
Para la celebración de los 60 años de Chilevisión se realizó un podcast al respecto conducido por Nicolás Copano, en donde entrevistaron a Carolina Gutiérrez y Jessica Abudinen sobre su experiencia en el mítico Club de los Tigritos. Curiosamente justo Dragon Ball fue de esas series que NO dieron en el canal, pero precisamente por esa anécdota es que mencionamos un poco sobre esto. Si bien la conversación a ratos se aleja un poco del tema principal es probablemente lo más en detalle que se ha conversado sobre este programa con sus protagonistas, por si le quieren dar el vistazo pertinente.
Finalmente y como lo comentamos en el episodio dejamos acá el OP de la serie, el legendario Makafushigi Adventure!, en hermoso 4K capturado de nada más y nada menos que cinta de 16mm (!!!) por Kineko Video. Extraído y capturado de una fuente real, nada de upscale ni esas cosas. Hermoso.
Si han estado siguiendo a Otaku no Shouzou de seguro algunos recordarán que el pasado mes de marzo conversamos sobre Robot Carnival, la espectacular película producida por Katsuhiro Otomo y amigos donde se iniciaba la tradición de crear estos filmes de “antologías” hechos por diferentes directores y animadores. Como lo pasamos tan bien en esa oportunidad obviamente tomamos la decisión de intentar cubrir esta “franquicia” de películas donde la siguiente que venía es una bastante particular.
Esta película es Meikyuu Monogatari, conocida también en occidente con el inusual nombre de Neo Tokyo, oficialmente el segundo filme de antologías que salió en 1987 en Japón pero que realmente fue la primera planeada y producida, solo que tomaron la decisión de guardarla por un tiempo por varios motivos que comentamos en este episodio. Una película que si bien es de una calidad altísima al menos a título personal fue notorio con los años darme cuenta que no había metido tanto ruido como Robot Carnival y menos como la que viene después, Memories, que fue todo un bombazo cayendo ya cuando el fenómeno del animé estaba en locura total en nuestro país. Todo basado en otra antología pero esta vez de literatura: los cuentos de Taku Mayumura.
A pesar de todo esta película es de un elevado nivel en trabajo de animación, donde además de Otomo nos encontramos con los legendarios maestros Rintaro y Yoshiaki Kawajiri, dos monstruos del animé que ya hemos hablado de ellos en extenso durante otros episodios de Otaku no Shouzou.
Durante este episodio conversamos de los tres cortos: Labyrinth Labyrinthos de Rintaro, Running Man de Yoshiaki Kawajiri y Construction Cancellation Order de Katsuhiro Otomo, además de cómo la conocimos, su producción y del resto con lujo de detalles y spoilers.
En este episodio tuvimos de invitado a quien es ya casi panelista estable del programa, don Pandurris, quien disfruta mucho de estas producciones y que de seguro a futuro también terminaremos revisando Memories para completar la travesía.
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Estamos en eso, paciencia por favor.
BONUS: Como comentamos en este episodio estos cortos están basados en las historias escritas por Taku Mayumura, alguien que por acá honestamente no es muy conocido pero que en Japón es una leyenda de la ciencia ficción, donde en los años sesenta y setenta escribió varias historias que se convertirían en clásicos de su país de origen. Por lejos el trabajo más famoso de Mayumura es Nerawareta Gakuen, la cual ha recibido varias adaptaciones y que por estos lados del mundo las dos más conocidas son sus dos películas: la primera hecha en 1981 en formato live action por el extremadamente talentoso Nobuhiko Obayashi, actualmente muy conocido por su trabajo en Hausu y que trae toda la locura audiovisual reconocida de este director, junto con la segunda hecha el 2012 para el mundo del animé y dirigida por Ryousuke Nakamura.
En este episodio de Otaku no Shouzou decidimos hablar de una película de 1989 la cual tiene una particularidad bien especial, ya que si bien anteriormente ya hemos hablado de filmes de producción japonesa-norteamericana (algunas que, de hecho, ciertas personas desconocen que son japonesas) lo interesante de este caso es que es una película que une a tres continentes para querer realizar un tributo a uno de los pioneros del cómic y la animación… en, por lejos, una de las producciones más caóticas y alocadas que hemos conversado en nuestro programa.
Hablamos de Little Nemo: Adventures in Slumberland, un filme que trajo de regreso a este cómic que viene directo desde nada más y nada menos que el lejano 1905. Una obra que decidió darle como prioridad realizar un tributo a su creador Winsor McCay, quien no solamente fue un innovador y modernizador del cómic sino que además entró a la industria de la animación años antes que el propio Walt Disney. Debido a todos estos elementos pioneros de seguro fue irresistible para muchos querer finalmente hacer una película basada en su obra… y cuando hablamos de “muchos”, hablamos de muuuuuuuuuuuchos.
Si bien empezamos la conversación como siempre sobre cómo la conocimos, donde una buena parte de la generación de los ochenta y noventa conoció a Nemo en Chile y otros países gracias al juego de NES hecho por Capcom, una extensa parte de nuestra charla en este episodio se fue en explicar la producción de la película, que tardó casi 10 años y que es recordada hasta la fecha porque pasaron los nombres más increíbles e inimaginables de la historia de la animación, el cómic o el cine en general… y no exageramos en lo más mínimo porque durante los 10 años de caos pasaron nombres de, créanlo o no, gente como George Lucas, Chuck Jones, Ray Bradbury, Hayao Miyazaki, Isao Takahata, Chris Columbus, Frank Thomas, Oliver Johnston, Osamu Dezaki, los Hermanos Sherman, Gary Kurtz, John Lasseter, Yoshifumi Kondo, Mœbius, William Hurtz y Masami Hata, entre muchos más.
No, no es una broma.
Como pueden imaginar la conversación se acentuó mucho en esta frenética experiencia que está muy bien documentada y que, de hecho, revivió hace unos años ya que ha aparecido en varios artículos y ensayos de internet sobre que esta fue para el legendario Hayao Miyazaki “la peor experiencia profesional que ha pasado en su vida“. Más interesante imposible, tal vez por los motivos equivocados. Obviamente después hablamos de la película con lujo de detalles y spoilers, como siempre lo hemos hecho.
Nuevamente Lovechan nos acompañó en este episodio debido a que, gracias a su fascinación personal con Mœbius, terminó viendo esta película, todo con muchos comentarios y la buena onda de siempre que esperamos disfruten.
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BONUS: Este episodio está lleno de extras para el blog, empezando por el trabajo del legendario Winsor McCay. El primer video como anexo es el clásico primer corto de McCay, Gertie el Dinosaurio, que pasó a la historia por ser uno de los primeros trabajos animados profesionales de la historia del cine. Muy referenciado en series y películas, por no decir que es un corto obligatorio si te gusta la historia del cine y especialmente la animación.
Otro corto a destacar es How a Mosquito Operates, uno de los trabajos de McCay que pasa fuera del radar y que para mí es espectacular no solo por su trabajo artístico, sino porque lo encuentro incluso terrorífico, especialmente en esos años.
Como comentamos en el episodio los tres pilotos de Little Nemo están en internet. Los tres son espectaculares, de hecho con toda honestidad no culpo a nadie que considere que son hasta mejores que la película, especialmente el de Andy Gaskill con Yoshifumi Kondo que es locura visual.
Impresionantemente la película está completa y legal en YouTube desde el canal oficial de Tokyo Movie Shinsha, sin bloqueo regional que es lo que realmente impacta. Eso sí, doblada en inglés, pero es algo y está en excelente calidad.
Finalmente acá está mi tweet que comenté sobre Dragon’s Heaven, película que de seguro hablaremos de ella algún día en Otaku no Shouzou.
Para los que no cachan, si tuviera que describir a Dragon's Heaven de una manera, sería que es junto con Nausicaa lo más parecido a un animé de Moebius. OVAs en burbuja económica japonesa en su peak, al estilo de California Crisis pic.twitter.com/Ie1ZkrXzX1